Esta es la mejor definición de arte que conozco, la más sublime, la que recoge la esencia misma del alma del(la) que crea y del(la) que recrea el arte. Y si de música se trata, a la primera sinfonía de la vida a que asistimos ocurrió en el vientre materno, cuando nos extasiamos en ese medio acuoso y cálido que la mar con todos sus latidos no ha podido imitar. Luego, antes que las palabras fueron los sonidos onomatopéyicos, luego la impronta cultural... pero la música vino contigo y hay veces en que la "usas" y otras muchas en que la mal usas. En ésto último, si no estás de acuerdo conmigo, lo entiendo; pero hoy la musicoterapia es un hecho irrefutable y lo mejor de todo es que yo no la inventé.
Los sonidos y por ende la música es esencial al oído (sino preguntase lo a un ciego), así como los colores es esencial a los ojos (sino pregunta lo a ti mismo). ¿es posible concebir una película sin música? los publicista sí conocen su importancia, de lo contrario un comercial en televisión o radio casi no vendería. En fin, hay quienes aprendieron a hacer de ella un producto deshechable, pero hay quienes la cultivamos todos los días; algunos creando, otros interpretando y otros desarrollando aptitudes y actitudes en los niños en los colegios atreves de la educación musical. Ahí me detengo, esa es mi estación, soy profesor de música y por añadidura poeta de lo cotidiano, compositor de música de proyección folclórica y de música infantil; y en mi redil cantan, danzan y tocan los niños de la escuela de ciegos Hellen Keller de Ñuñoa y un grupo de jóvenes coristas del Centro de grabación para Ciegos de Providencia.
domingo, 27 de mayo de 2007
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